¿QUÉ APRENDÍ DEL 2023?

Estaba pendiente de publicar una imagen, un vídeo o quizás un audio con un corto mensaje de reflexión y cierre sobre lo que fue el año 2023 para mí. He tenido desde hace mucho tiempo la buena maña de hacer una evaluación personal sobre lo que se logró y lo que no al culminar cada año, pero sinceramente fueron muchas situaciones experimentadas y secuelas de lo vivido con intensidad en el año viejo que me lo impidieron; no obstante, ante la exposición pública y la inquietud sobre ¿Qué tal estuvo éste 2023? O… ¿Qué aprendí del 2023? me resolví con una “columna de opinión” como es habitual -Me excuso por mi falta de creatividad- de hecho, me hubiera gustado hacerla pública finalizando diciembre como debe ser, pero hoy primero de enero con mayor tranquilidad decidí publicar este texto donde recojo con detalle los principales aprendizajes de un sin número de experiencias vividas cronológicamente, espero no pase inadvertida por mis lectores y sea de su interés. 

Un marco tornadizo de antecedentes.

Para empezar, considero pertinente esbozar un gran antecedente que marcó con creces mi vida y ocasiona hoy reflexiones, inquietudes y decisiones como fue la pandemia del Covid – 19 y las inolvidables cuarentenas del 2020 -sé que la columna está orientada al año 2023, no se extrañen- pero lo vivido en el año 2020 e incluso en el 2021 hizo que muchas cosas en mi cambiaran de perspectiva, importancia e incluso definición... el milagro de vivir y la frágil levedad del ser, el sentido de la vida en sociedad versus la vida en aislamiento, la cosmovisión de la gente en las ciudades con respecto a la vida en lo rural, la fuerte y desenfrenada aceleración tecnológica y sus evidentes peligros, la importancia de la soberanía alimentaria y su mínima popularidad y priorización, la manipulación y relación entre desempleo, miseria, pobreza e inseguridad, la supervivencia de las nuevas generaciones en el siglo XXI, las nuevas caras de la guerra y los conflictos bélicos y la esperanza ingenua de todos por el cambio y un futuro mejor -bastantes temas e interrogantes ¿No?-

Y… ¿Qué relación tiene todo esto con el 2023? Después de vivir y analizar todo lo anterior pocas cosas volvieron a ser normales para mí, en especial al evidenciar la enorme capacidad que tiene el ser humano para anteponerse a las crisis y el inquietante papel de la política en la vida de cada ciudadano y la vida en sociedad -sí, así a la gran mayoría no les guste-. Permítanme añadir algunos hechos que guardan relación con el año en cuestión.

Pasada la pandemia, mi trabajo en el mundo privado se prolongó por un año exacto (2020-2021), dirimí luego del estallido social motivado por las difíciles circunstancias que vivía el país y el departamento del Tolima, tomé la decisión de incidir tiempo completo en lo público y más tarde en lo político. Finalizaba el 2021 y estuve apoyando y promoviendo la participación de jóvenes en Consejos y Plataformas de juventud en más de 30 municipios, más tarde, en el 2022 con extrema ilusión experimenté lo que significaba la gerencia de una extenuante campaña alternativa a la Cámara de representantes y meses después el impulso territorial para una prometedora campaña presidencial. Todo lo anterior con la misma pasión, ilusión y esperanza que todos le impregnamos a la primera relación de pareja que tenemos en la vida -no exagero-

Los aprendizajes y las lecciones fueron del mismo tamaño de mis decepciones ¡Grandes! Por ahí dicen que se aprende más cuando se pierde que cuando se gana, pero en mi caso las cosas no fueron así -mis candidatos ganaron, solo que nunca los volví a ver-, sin embargo, a pesar del profundo desasosiego seguí mi trabajo en el 2022, me recompuse con el discernimiento y la invaluable experiencia adquirida, arropado con las palabras del filósofo presocrático Heráclito: “Todo fluye, todo cambia, nada permanece”.

Vivir para contarla.

En el 2023, después de trece años de servicio al prójimo y de apoyar otras candidaturas estaba encaminado a buscar una oportunidad, como un compromiso social y un reto personal para cambiar las cosas indeseables que había visto en las campañas y en la política y quizás también como un acto de protesta para quienes solo usan e instrumentalizan a la gente a merced de sus propios intereses. Acepté la propuesta de un puñado de líderes entre jóvenes, mujeres, profesores y campesinos de ser candidato a la Asamblea del Tolima, siempre con la esperanza de lograr la meta y a la vez con el escepticismo natural de quien por primera vez es candidato.

Hice mi camino, al principio en soledad, conformando paso a paso un equipo, buscando con mucha desconfianza un aval y con recelo y expectativa un respaldo político -Una de las decisiones más difíciles que tuve que tomar-, entre lágrimas y esfuerzos logré el aval, pude con el equipo participar y así se gestó una campaña humilde sin padrino, por más de un año, visitamos casi en tres giras todos los rincones del departamento (Municipios y corregimientos), el 29 de octubre aproximadamente tres mil almas creyeron en mis palabras, en el programa, en mi hoja de vida, y para sorpresa mía y la de mi reducido equipo una gran votación emergió de la capital musical y también de mi amado pueblo natal (Santa Isabel), en los 47 municipios de éste gran e imponente Tolima obtuve votación -No me fui invicto en ninguno, gracias, muchas gracias por ello-.

Mis gratas victorias en lo social con la Fundación y en lo profesional me mantuvieron con ánimo y de pie en ese duro campo de hostilidad, precisamente, en la última etapa sentía que no podía más… enfrentar las traiciones de cercanos, la politiquería, la trampa y el clientelismo con el que avanzaban otras candidaturas con grandes maquinarias siempre fue un desgaste frenético, mis recursos financieros limitados -no daban un brinco- para sostener una u otra estrategia, y como pude desesperadamente una semana tomé el teléfono móvil y llamando a familiares y amigos -a punta de solidaridad, convicción o pesar-… con ese apoyo logré llegar hasta el final.

Aunque la votación fue interesante yo esperaba más del doble; las estrategias y las acciones siempre apuntaron a lograr la curul en la Asamblea, a pesar de no lograrlo destacamos en la lista y también frente a otras candidaturas similares. La post campaña -sin exagerar una coma- es lo más parecido a una tentativa de suicidio, se siente con fuerza la soledad “El éxito tiene muchos padres, el fracaso es huérfano” la impotencia, a veces también frustración, pesimismo y seguramente angustia frente a una montaña de deudas y de acciones que no se hicieron.

Estos últimos hechos marcaron en gran medida mi 2023, no solo por el número o resultado, si no por el esfuerzo, las enormes dificultades que se pudieron superar y las valiosas lecciones para quienes, como yo, les motiva construir sociedad y nación, por convicción y servicio, no por privilegio y vanidades propias del poder y del dinero. 

Lecciones del 2023, en pocas palabras.

Finalmente construí una lista puntual de pocas palabras resumiendo los principales aprendizajes de mi 2023, estas son:

  • Tu familia es TODO.
  • Todos los sueños se tienen que luchar, lo que fácil se adquiere no se valora. Aplica para todo en la vida.
  • La hostilidad te vuelve fuerte, la adversidad inteligente y la traición desconfiado y leal.
  • En la crisis se conocen a las personas que te rodean.
  • La gente cambia cuando no te necesita.
  • A veces lo único que necesitamos en la vida es una oportunidad, una para brillar con intensidad.
  • Los aduladores son las personas que traicionan.
  • Reina la individualidad. Pocos quieren el bien común.
  • La lealtad en muchos es sinónimo de conveniencia.
  • Cuando hay dinero y poder todos están, cuando hay crisis muy pocos se quedan.
  • Al político verdadero se le conoce después de campaña, y a los líderes de su equipo también.
  • Mucha gente no tiene memoria, piden el cambio y en elecciones apoyan a los mismos.
  • A la gente de hoy le gusta más el regalo que la amistad.
  • La politiquería es una mafia, es un negocio y miles de personas viven de ella.
  • Muchos quieren el cambio, pocos quieren cambiar.

Salud, oportunidades y buenas personas les deseo en este año nuevo.

Epílogo: (Para los curiosos)

Al iniciar el ejercicio político electoral planteé varias hipótesis al equipo principal sobre elementos por los que podríamos alcanzar la meta, una vez concluidas las elecciones y culminado el año pude corroborar y validar una a una, comparto mis conclusiones para su conocimiento con la mayor sensatez y libertad. 

CLIC: https://walterduarteh.blogspot.com/2024/01/epilogo-que-aprendi-del-2023.html

Dedicatoria: 

Le dedico esta columna con profundo agradecimiento a mi familia (seres incondicionales), a mi equipo principal, a mis votantes y a Angie C, Diana C. y Andrés D. por creer y confiar en mi. 

El camino y la lucha continúa!


Por:

Walter Duarte H - Activista Político

Contador Público y Columnista.

01/01/2024

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