TOLIMA 2023, VISIONES Y PERSPECTIVAS



01/03/2023
Walter Duarte H - Activista Político
Presidente departamental de la Plataforma Juvenil del Tolima

Retomar la disciplina de escribir, expresar opiniones y posiciones sobre un tema, una noticia, o sobre sucesos que afectan a los ciudadanos siempre representa una gran oportunidad de liberación; permite profundizar el sentido crítico a lo que evidencio en cada viaje de la dulce causa por los barrios, veredas y municipios del departamento del Tolima, además, es una forma de establecer puentes comunicantes con la expectativa y sensibilidad de paisanos y ciudadanos libres que han escuchado el nombre de Walter Duarte H en algún momento.

En esta oportunidad (después de recorrer todos los municipios del Tolima) inicio este bloque de opiniones con un panorama mucho más claro y objetivo; resume las principales visiones y perspectivas sobre el acontecer social, económico y político del departamento del Tolima, sus municipios y el de sus diferentes y principales actores.

Lo global repercutiendo en lo local.

Empiezo por algo doloroso para la humanidad: La guerra en Ucrania, como dijo en otrora el papa Juan Pablo II: “La guerra es una derrota para la humanidad” y más cuando la observamos con indiferencia o normalidad por las pantallas digitales; demasiado obtusos ante el dolor que padecen más de doscientas cuarenta mil víctimas de los países involucrados en un año de iniciada la guerra, -como humanidad de brazos cruzados-. Sin embargo, son perceptibles los coletazos directos que a nivel económico afectan buena parte de los países del mundo y sus gentes. En Colombia, el incremento considerable del precio de los insumos agrícolas y pecuarios ha desestimulado notablemente la producción (es evidenciable en los municipios) y sigue provocando encarecimiento de frutas y verduras. La escalada del dólar en el año 2022 generó una devaluación del peso Colombiano del 20,82%, llevando a la economía a una subida de precios en productos y bienes importados y con ello a una fuerte inflación en el año anterior de un 13,12%, la inflación más alta del siglo (Sin embargo, percibo que buena parte de los paisanos Tolimenses está lejos de comprender la magnitud de esta recesión económica; los bares y las discotecas siguen repletos cada fin de semana).

Los confinamientos en china por la situación crítica no superada de la pandemia del covid-19 y sus variantes, ha provocado un notable decrecimiento económico del país Asiático y con ello un nuevo desenvolvimiento del comercio mundial, con nuevos oferentes de bienes y servicios, nuevos precios y nuevas condiciones para el comercio internacional, un aspecto que a la fecha sigue provocando gran incertidumbre y con ello una constante especulación en los mercados financieros y bursátiles, es lenta y tortuosa la reconfiguración del comercio mundial. Colombia importa de China más de US$ 14.350,9 millones y es el segundo país con el cual tenemos mayores niveles de importaciones de bienes y productos.

Media vuelta de tuerca hacia los gobiernos progresistas.

Hace una década cuando varios países de Latinoamérica tuvieron una marcada influencia de gobiernos de izquierda, Colombia continuaba acentuando su tendencia histórica de gobiernos de derecha: Uribe, Santos e Iván Duque, sin embargo, fue hasta el 2022 que 11.281.002 Colombianos (el 50,44%) le dieron a Gustavo Petro la oportunidad de posesionar el primer gobierno progresista de la historia. Tuvieron que pasar más de doscientos años de vida republicana y democrática con profundas demandas sociales sin escuchar y atender, repetidos estallidos sociales en el 2019 y 2021 respectivamente, para que Colombia tomara otro rumbo y entrara con ello a la ola política de líderes ubicados a la izquierda del espectro político tales como México, Argentina, Bolivia, Perú, Honduras, Chile, Colombia y recientemente Brasil.

Este hecho tan importante, representa enormes retos políticos y socioeconómicos, si se evidencia que la izquierda en Colombia siempre ha liderado una política de oposición y debe ahora sortear la administración de un país con enormes desequilibrios y contrastes, sobre todo con una aguda polarización política. No hay que desconocer que una mayoría de Compatriotas espera un cambio real y frontal en materia social, laboral, económica y política y otra gran parte de Colombianos se inclinan por un sistema político sin cambios verdaderamente estructurales. Implica por tanto revisar cada una de las decisiones del Presidente Petro y la de sus funcionarios durante estos cuatro años, en mi concepto, el cambio se dará gradualmente -hay poco tiempo-, quizá más lento de lo que las gentes anhelan o a mi juicio: un gobierno de transición, que permita forjar cambios verdaderos y fidedignos que representen la entrada a otra era de bienestar social para los Colombianos.

El cambio climático, las decisiones políticas y la estupidez.

En la administración, la matemática y la estadística hay una frase muy popular que reza: “Lo que no se mide, no se evalúa, y lo que no se evalúa, no se puede mejorar”, y es así algunos científicos y organizaciones en el mundo han estado midiendo y evaluando las repercusiones de la actividad humana frente al desarrollo sostenible y el de los ecosistemas. Las concentraciones de gases de efecto invernadero, la subida del nivel del mar, el contenido calorífico de los océanos y la acidificación de los océanos registraron valores sin precedentes en 2022. Esto representa condiciones meteorológicas cada vez más adversas para la vida humana y el de las especies, un riesgo permanente en la seguridad alimentaria e hídrica y un grave fenómeno de desplazamientos.

A pesar de todo lo mencionado y de los fuertes impactos que han dejado los fenómenos de la niña y el niño respectivamente en Colombia, las decisiones políticas macroeconómicas y las tomadas por las grandes potencias parecen estar lejos de mitigar o cambiar esta realidad, una muestra de ello es el resultado de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP27), una cumbre llena de insatisfacciones, críticas y mínimos consensos. Es evidente la crisis diplomática mundial y el nivel de inconciencia, codicia y estupidez humana, la ambición de los grandes poderes, el modelo económico depredador en contravía del cuidado de la casa común para nuestra especie y de las demás futuras generaciones.

No pasa desapercibido para mí la dualidad entre el avance que ha tenido la ciencia y la medicina para aumentar la esperanza o el periodo de vida del ser humano, llegamos 8.000 millones de personas el año pasado versus las grandes pérdidas humanas y económicas que han dejado los desastres naturales como consecuencia del calentamiento global y el aumento sistemático en todas las formas de contaminación ¿Hasta dónde tendremos que llegar para detener esta bestialidad?.

El gobierno del cambio, avances y retrocesos.

Como fue descrito al inicio, la democracia Colombiana -que no es perfecta- tomó una decisión: apostar por un cambio; y esa palabra, tiene una gran relevancia, no solo por su connotación natural frente a la toma del poder de un sector por otro sino que representa la oportunidad de cambiar modelos, formas y maneras en las que se hace política, se gobierna y se toman decisiones en nuestro país. En esa lógica he comprendido y simpatizado con críticas sensatas de los sectores de centro frente al manejo de las carteras ministeriales del gobierno nacional, donde paradójicamente las casas y partidos políticos tradicionales han sido los beneficiados, -cosa que a mí también me abochorna-, sin embargo, las reformas estructurales en el sistema de salud, a nivel laboral, pensional y la superación del olvido por el campesinado y lo rural, son puntos vitales para el gobierno y desconocer el intento por el consenso y las mayorías parlamentarias es desconocer el trasfondo de muchas decisiones. En un libro leí… “Si un líder quiere crecer debe ceder”.

Por otro lado, las tensiones que han provocado y provocarán las reformas, seguirán generando debates y confrontaciones y más si observamos la forma muchas veces violenta en la que dirimimos los conflictos o el poco respeto e intolerancia al opositor político y aún más cuando se argumenta sobre la base de los apasionamientos, las suposiciones y las noticias falsas.

Cuando tomé la decisión de apoyar frontalmente al doctor Camilo Romero (Hoy Embajador de Colombia en Argentina) en la consulta presidencial con el doctor Petro, tuve muy clara la lectura social, económica y política que estaba viviendo buena parte de mi país -en motocicleta lo recorrí-, por eso mi voto y el aporte a la victoria como gerente de campaña de la actual Representante a la Cámara la profesora Martha Alfonso y del actual gobierno del Pacto Histórico han representado mi postura y al igual mi deseo de atender de forma urgente e irrestricta lo que piden los Tolimenses de a pie. Vote por el cambio, por eso apoyo con observancia las reformas.

El poder local y sus dinámicas territoriales.

Mi Tolima, la tierra de los veinte tres mil quinientos kilómetros de superficie, de los cuarenta y siete municipios y del millón trescientos mil habitantes, es un claro ejemplo de contradicción contemporánea -Las cifras y los discursos muestran muchas cosas, pero la realidad en cada territorio es otra-, aquí el circulo vicioso entre la manipulación y el olvido de la clase dirigente, de la política tradicional.

La cruda realidad que viven los moradores Tolimenses no puede ser maquillada por algunos indicadores o invisibilizada en las rendiciones de cuentas de los mandatarios; buena parte de los municipios en pleno siglo XXI siguen sin tener acceso permanente al agua potable, a una vía secundaria digna, a la señal telefónica y/o redes inalámbricas, a los servicios básicos de salud en el barrio, la inspección o el centro poblado, a la educación superior universal, gratuita y de calidad, al tratamiento de aguas residuales en cascos urbanos y ni se diga en las zonas de la ruralidad. Es evidente el estancamiento económico en la mayoría de los municipios, los días de mercado parecen días de confinamiento y el éxodo de las gentes campesinas de los pueblos a la ciudad ya es tendencia marcada. Ibagué sigue siendo la capital nacional del desempleo juvenil, y al parecer el encanta competir por el primer puesto de desempleo general con Quibdó y Cúcuta.

Los problemas relacionados a la pobreza, desigualdad, desempleo, marginación, violencia, son los resultados de la forma en la que se ha manejado este departamento y muchos municipios, en otras palabras, son decisiones políticas. Hay que advertir que la hegemonía conservadora lleva 8 años en el poder departamental, Ricardo Orozco había ganado en 31 municipios de los 47 del departamento con apoyo de la U, la ASI y el partido MIRA, hoy después de la elección de alcaldes al consejo directivo de la Corporación Autónoma Regional del Tolima CORTOLIMA se evidenció quiénes son los mandatarios 'antibarretistas': Alvarado, Cajamarca, Chaparral, Coyaima, El Espinal, Falan, Flandes, Ibagué, Líbano, Murillo, Natagaima. Palocabildo, Prado, Rioblanco, Saldaña, San Antonio y Villarrica. Ibagué se desmarcó y será determinante en las decisiones del poder local -Aquí se concentra el 40% de la población-.

Es el despertar de las juventudes, las mujeres, los campesinos y microempresarios quienes pueden cambiar el mapa político del Tolima en este 2023, no solo por las decisiones de la política nacional si no por la indignación de estas mayorías engañadas y hastiadas de la ingesta de promesas incumplidas. El gamonalismo de la politiquería local ha tenido que servirse -cada vez más- de la manipulación a la gente necesitada de un techo, un trabajo, una oportunidad educativa o un proyecto productivo para mantenerse en el poder. Hoy, no existe una visión amplia o un proyecto político serio que apunte a ampliar las oportunidades y superar las brechas sociales, la pobreza, el desempleo y la baja competitividad de nuestro departamento. Es por esto que en esta coyuntura las nuevas expresiones políticas hijas de los procesos sociales, comunitarios, barriales, gremiales e independientes tenemos una gran oportunidad rompiendo los paradigmas tradicionales.

Pronto será el día en el que la conciencia vencerá la maquinaria, y daremos esa lucha. 29 de Octubre.

 

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