EL INMINENTE CAMBIO CLIMÁTICO

 

16/11/2020

Walter Andrés Duarte Hernández

Gestor comunitario y Consultor Empresarial

¿Vamos a seguir esperando que el desastre mundial aumente?

No pronunciarse sobre el tema es una irresponsabilidad, una desfachatez, una vil complicidad; nunca será suficiente hacer referencia y pedagogía sobre tan importante fenómeno, que hoy afecta con creces a toda la humanidad, sin importar el país, la religión e incluso la clase social (Todo desastre cuesta). Sin embargo, hay daños que son irreversibles, tal como lo demuestra la ciencia con el paso de los años y la transformación ha tenido el entorno fruto de la actividad humana (Mayoritariamente nociva e irresponsable).

El año 2020, principio de década nos ha permitido evidenciar las repercusiones del cambio climático en todo el planeta: derretimiento de los glaciales, disminución de las nevadas, extinción animal, aumento del nivel del mar, olas de calor, radiaciones solares, sequias, especies en extinción, huracanes, destrucción de ecosistemas e inestabilidad económica. ¿Hasta donde tenemos que llegar para hacer frente a este flagelo? Gobiernos, Empresarios, líderes y ciudadanos ¿Cuánto más tenemos que esperar?...

Desconocer una verdad, nos hace esclavos de una mentira, -cita el famoso verso de los japoneses-, ya hemos visto que, en las últimas tres décadas, la gravedad y número de ciclones, tormentas y huracanes han aumentado y se han casi duplicado. Los patrones de lluvias se están modificando como consecuencia del cambio climático. Todo esto ocasiona inundaciones, PÉRDIDA DE VIDAS, y enormes daños a la propiedad (Pública y privada).

Si la desaparición de lagos históricos en el mundo, como el caso del Poyang (el mayor de China), el Poopó (Bolivia) o el Mar de Aral y los actuales eventos naturales que dejan más de 2 millones de damnificados en centro américa y más de 150.000 damnificados en Colombia con el paso de los huracanes en medio de una pandemia, no permite que los tomadores de decisión (los ciudadanos en primera instancia) y demás líderes e instituciones en el mundo tomen conciencia; algo tenemos que hacer para provocar acciones y programas urgentes en las agendas públicas y privadas que mitiguen frontalmente este problema.

PROVOCAR LA PAZ, PREVENIR LAS GUERRAS.

La propuesta central que convoca estas líneas, responde a la necesidad imperiosa de formar y promover más liderazgos en todo el mundo, conectados especialmente desde la lógica de la conciencia social y ambiental, el sentido común, el respeto a los derechos humanos, de los animales y el territorio y, sin duda alguna, la solidaridad. La apropiación real de la sostenibilidad y la ética en la transformación del entorno.

La apuesta decisiva por el crecimiento socioeconómico desde los pilares del desarrollo inclusivo y sostenible con la economía circular permitirá un espacio justo y seguro para la humanidad, un aporte significativo a la paz, nutrido de acciones individuales y grupales que permitan a su vez otra cosmovisión y comprensión sobre el desarrollo.  

Otro sistema educativo nos permite tener otra cultura, otra cultura nos permite proyectar nuevos escenarios de desarrollo económico, social y ambiental, donde la ciudadanía, la clase empresarial y los mismos líderes de las instituciones públicas encuentren mecanismos viables para hacer la transformación de sus hábitos o procesos productivos. Reducir con vehemencia nuestra huella ecológica nos lleva a prevenir guerras ya previstas por los recursos naturales, especialmente por el acceso al agua, tierra fértil y biodiversidad.

Finalmente guardar silencio, negar la existencia del cambio climático y seguir la vida sin tomar un mínimo de conciencia y acción, es el ancla al subdesarrollo, la provocación de un desastre mundial mayor, la muerte. 

La herramienta más eficiente para combatir el cambio climático eres tú.

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