“Te
apuesto que no estableciste El Covid 19 como una
Amenaza en tu DOFA” circulaba un meme difundido
ampliamente por redes sociales y estados de Whatsapp, sin duda, acertado; la
planeación estratégica a nivel empresarial subestimo la amenaza que representaban
las pandemias en la humanidad y, desde luego, en la economía.
Los primeros en cerrar, los últimos en abrir.
Más de 50.000 bares y 44.000 restaurantes (Formales) tuvieron que cerrar sus puertas en Colombia de cara a los simulacros de cuarentena, la cuarentena obligatoria y las ampliaciones de aislamiento preventivo ineludible (Los informales también); de acuerdo a las declaraciones de epidemiólogos expertos y de gobernantes ante la emergencia no se tiene claridad de cuando se pueda dar apertura a este tipo de establecimientos considerados como fuertes focos de contagio por aglomeración, de hecho se rumora que no se dará apertura sino hasta el año 2021, mucho después de que otros sectores económicos retomen actividades.
Aproximadamente 900.000 empleos generados en estos sectores han quedado a la deriva en el país (Porteros, Meseras, Cocineros, Bodegueros, Barman, Cajeras, Djs, Ingenieras, Aseadores etc.), y una situación desgarradora e igualmente difícil es la evidenciada en centenares de familias propietarias que vivían del sustento de la venta de comidas y bebidas, un panorama triste y perturbador para quienes durante años han sacado sus proyectos, sus hijos y su vida adelante en este tipo de negocios.
Estrategias de salida e intentos de adaptación.
Líderes, gremios e instituciones han encabezado iniciativas sociales, políticas y económicas para evitar la quiebra total, -un acto heroico y necesario- ante la indiferencia de muchos de los sectores políticos; han reclamado al gobierno nacional medidas para solventar la crisis financiera por pagos crediticios, pagos de arrendamiento, nominas, cancelación de impuestos locales y nacionales, servicios públicos entre otras, sin embargo al momento de escribir esta columna miles de propietarios de este tipo de establecimientos (incluido el suscrito) “estamos” a la deriva frente a las disposiciones de Alcaldes, Gobernadores y el mismo Presidente de la República, sin estrategias claras de salida que permitan una reactivación económica real o una adaptación escalonada a las dinámicas de esta nueva realidad el riesgo de desaparecer es inminente.
Algunas de las iniciativas que están en discusión desde los gremios organizados teniendo en cuenta municipios o regiones que no presentan casos confirmados de Coronavirus Covid -19 van desde la apertura de establecimientos con mesas a dos metros de distancia, cámaras de desinfección por persona, desinfección total de locales día a día hasta protocolos más estrictos de bioseguridad; sin embargo como se ha referido se sigue caminando hacia la quiebra mientras la deriva no desaparezca por un camino definido, ya sea por la dirigencia o por iniciativa de un gremio que debe UNIRSE, reclamar sus derechos y proponer iniciativas de solución.
Quiebra, desempleo y problemas de salud mental
Para muchos Colombianos estos sectores económicos no representan prioridad (Y es entendible) primero es lo primero: la gente, la salud y la educación; pero... ¿Quién piensa en estos sectores?, lo que poco se analiza es que el fracaso empresarial de más de 150.000 entes económicos y un millón de puestos de trabajo en estos sectores representa en el país un alza considerable en el desempleo, la pobreza extrema y el hambre (Y no se considere exagerado el análisis, las ventas por domicilio no llegan ni al 30% del volumen de ventas totales... un negocio insostenible).
Coartar la salida a comer o el encuentro social incluso después de la cuarentena obligatoria genera según psicólogos afectaciones en la salud mental de las personas ¡tal como lo leen!... el sacrificio del encuentro, la tertulia, el debate, el amor, el esparcimiento y la diversión sana también tiene sus repercusiones.
¡Es el momento de los gremios!, defender los derechos y los intereses de los comerciantes se logra a través del fortalecimiento de los tejidos asociativos, la estructuración de agendas de incidencia público privada (Propuestas, no listas de mercado) y el empleo de todo tipo de herramientas sociales y constitucionales (ya saben cómo es el tema con los gobiernos), solo así se podrán encontrar respuestas concertadas y salidas rápidas, efectivas y sostenibles a la crisis actual.
"Aunque la vida no resulte ser la fiesta que esperaba, no deje de bailar por sus metas y sus sueños."
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