20 – 30 OTRA DÉCADA VESTIDA DE OPORTUNIDAD

03/01/2020
Walter Duarte H

Es el comienzo de un nuevo período para la humanidad, un nuevo tiempo que aflora con múltiples problemas y vicisitudes que no se resolvieron en el pasado, una década impulsada por cambios sociopolíticos -algunos extremos- otros determinantes y fuertes desarrollos científicos y tecnológicos, que han traído para unos y otros: oportunidades y problemas respectivamente.

¿Estamos preparados para afrontar las oportunidades y desafíos de la tercera década del siglo XXI?, la superación del hambre, la desigualdad, los conflictos, la discriminación, la contaminación, el racismo, la corrupción, el acceso a los servicios de salud, el VIH/SIDA, el agua potable, el acceso al fluido eléctrico, la pobreza extrema, entre otros… con respeto ¡lo dudo!; ¿Nos encontramos a la altura de las tendencias globales y los avances futuros?, objetivos de desarrollo sostenible, internet de las cosas, impresión 3D, minería de asteroides, big data, producción de aire embotellado, talleres mecánicos para Robots, salud mental y reproductiva, criptomonedas, billeteras electrónicas, aplicaciones móviles, ciudades inteligentes, economía circular, inteligencia artificial aplicada por nombrar solo algunas… ¡tampoco lo creo!, al menos en su gran mayoría.  

No se confunda -por favor- mi pragmatismo con el largo horizonte de pesimismo que han causado todos los males que persiguen a la humanidad; la ciencia y la tecnología avanzan por ejemplo, a pesar de que su desarrollo y apropiación no son lo suficientemente veloces como urgentemente se demandan; las máquinas y la inteligencia artificial cada día se expanden más, dentro de la revolución tecnológica o la cuarta revolución industrial se ponen en jaque actividades, labores u oficios que hoy desempeñan trabajadores técnicos y empíricos -una amenaza real para los que viven aún en los 90´s-, el conocimiento hoy es piedra angular para la superación de las fronteras del subdesarrollo y con ello la clave para la generación de nuevos oficios, nuevos productos, nuevos sistemas, nuevos mercados, nuevos empleos. ¿Somos conscientes de esta realidad?, dado este contexto ¿Sabemos para donde vamos con nuestras propias vidas?

Salto la línea con esta preocupación, pues son muchas las contrariedades que están por resolver, muchas día a día se agudizan, como se puede evidenciar con el cambio climático y, ante este panorama, son millones de oportunidades que brillan y exigen otra visión, otra contemplación, capacidad crítica, resolutiva y un nuevo liderazgo que rompa con los tradicionales esquemas que nos limitan, que impiden la superación, el progreso. 

Por un lado los sistemas políticos se niegan a evolucionar, muchos gobiernos han limitado los modelos educativos para brindar formación con más cobertura, pero no necesariamente con más calidad, hecha para que la gente aprenda a obedecer, no para que desarrollen plenamente capacidad analítica y critica y, sirva por tanto, a la humanidad con una nueva forma pensar, el modelo educativo prusiano sigue vigente y no considera el cambio de los tiempos, sus respectivas aristas y tendencias. ¿Nos educan entonces para construir y aprovechar el futuro o para vivir en el pasado?... -les dejo esta perla-

La pírrica inversión en los países latinos para ciencia, tecnología e innovación es otro punto clave que no se puede dejar de mencionar, como lo dice el basto estudio sobre innovación Muchas empresas, pero poca innovación del Banco Mundial: “América latina y el caribe sufren de rezago en innovación. En general sus emprendedores introducen nuevos productos menos frecuentemente, invierten menos en investigación y desarrollo, y registran menos patentes que los emprendedores de otras partes del mundo”,  solo basta mirar las estadísticas oficiales para evidenciar el atraso y la falta de aprovechamiento de estas claras oportunidades.

Entonces, ¿Qué hacemos? 

Está claro que desde hace mucho tiempo la oportunidad toco la puerta de los países en subdesarrollo, con dirigentes -no todos- que hablan de crecimiento y desarrollo  pero que no gozan de visión de futuro; toco la puerta de emprendedores, líderes y jóvenes -no todos- que se niegan a asociarse y a exigir lo que les corresponde como ciudadanos, sin embargo se movilizan con esperanza por los mercados buscando una iniciativa que les permita servir y florecer, ha tocado la puerta de los ciudadanos del mundo -no todos-, que van por la vida sin aumentar su nivel de conciencia, inquietos ante la cruda situación actual y desean con seguridad emprender -así sea por necesidad- en un mundo con nuevas dinámicas, nuevos comportamientos y novedosos instrumentos tecnológicos.

La década del 20–30 trae más herramientas para el aprovechamiento de oportunidades y la superación personal en comparación con otros períodos, los mecanismos están al alcance de todos y ante las disyuntivas y contrariedades que ofrece el sistema político, como el robo o la falta de oportunidades por fenómenos burocráticos, politiqueros y clientelares  se requiere otra mentalidadentendiendo para dónde va el mundo y llegando allí primeroque a falta de apoyo e impulso por parte del gobierno para proyectos empresariales de CTeI, y en ausencia de un ecosistema boyante que permita la sostenibilidad y el crecimiento de proyectos, empresas y jóvenes con disrupción, se logre desembocar en la exigencia real de derechos como la educación, el trabajo y la vida, el desarrollo de proyectos desde lo privado con visión, integración y cooperación internacional, o la esfera de la economía social que revela una posibilidad más cercana y franca de cara a las realidades de cualquier emprendedor.

¿Qué estamos esperando? La bella frase acuñada por Benjamin Disraeli sirve de bálsamo ante esta nueva década un tanto floreciente, otro tanto oscura, que hoy se empieza a construir y aprovechar...

“El secreto del éxito en la vida, es que el hombre 
esté listo cuando le llega su tiempo”.



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