PLANEACIÓN PARTICIPATIVA, ¿NECESIDAD O SALUDO A LA BANDERA?

Walter Andrés Duarte Hernández
19/02/2020 Consultor

Tres semanas han pasado desde el anuncio oficial del gobierno departamental del Tolima para iniciar la formulación del Plan de Desarrollo; con un calendario de visitas extendidas por cada uno de los cuarenta y siete municipios y la apertura de mesas sectoriales y poblacionales la gobernación ha emprendido una importante labor que sirve de puerta para que líderes, gremios y todo tipo de organizaciones sociales con incidencia en el territorio y las comunidades abran concretas posibilidades para el cambio y la trasformación del Tolima -Y sus municipios-.

La participación en la mesa sectorial de Jóvenes desarrollada el seis de Febrero en los auditorios de la Gobernación del Tolima deja claro la importancia que tiene el ejercicio de la participación ciudadana para la transformación social, no obstante deja también varias preocupaciones claves de examinar y ajustar. 

La efectividad del ejercicio de la planeación participativa está en juego, siendo un espacio democrático que permite la renovación permanente de los territorios, la discusión sobre las realidades sociales y la presentación de ideas y propuestas configuradas como posibles mecanismos de solución o mitigación exigen que dicha planeación tenga por parte del gobierno departamental una mejor metodología de intervención.
Planeación participativa una necesidad democrática.

La convocatoria debe permitir la representatividad y legitimidad de los sectores y poblaciones que participan en las mesas técnicas. Con un aforo que no superaba los ciento veinte participantes juveniles distribuidos en cuatro mesas técnicas de gobernabilidad,  equidad, cultura y deporte, desarrollo sostenible y competitividad  no se veía representado el tejido juvenil del departamento ni tampoco había una conformación justa y representativa de los participantes en las mesas de desarrollo sostenible y competitividad donde la participación juvenil fue pírrica.

La técnica de recolección de insumos para el plan de desarrollo es otro aspecto clave a mejorar, el ejercicio empleado desde su fase diagnostica como su parte estratégica no permitió un análisis profundo del estado situacional de los jóvenes en el departamento, sin insumos orientadores y con participaciones aleatorias no concatenadas la metodología se quedaba corta teniendo en cuenta además la administración del tiempo y el aprovechamiento del capital humano que participó con algunas ideas u opiniones -buena parte sin líneas claras de acción, intervención, presupuesto y asignación-.

Es imprescindible ajustar las metodologías para la construcción del Plan de Desarrollo en las diferentes mesas sectoriales y poblacionales, que permitan una mayor efectividad de la planeación participativa y no un encuentro de amigos haciendo un saludo a la bandera. El suministro de insumos útiles sirven como elementos de juicio para que ciudadanos y líderes puedan comprender la situación social, económica, cultural y política, y a su vez puedan presentar propuestas coherentes, claras y realizables de conformidad a sus intereses, que conlleven un auténtico y verdadero escenario de dialogo, debate y concertación de iniciativas, ideas, planteamientos debidamente justificados, estructurados y focalizados para la superación de problemas, conflictos o cualquier tipo de vicisitudes que tengan los Tolimenses.

Aprovechar esta coyuntura y ajustar estas tuercas flojas en la participación y planeación democrática dependen que el Plan de Desarrollo Departamental formulado revele con amplia capacidad y veracidad el estado situacional del departamento desde sus territorios, sectores y comunidades y lleve el sincero sentir de líderes, gremios y ciudadanos  con propuestas legítimas, visionarias y técnicamente viables para la superación de los diferentes ambientes y escenarios de adversidad, crisis y conflicto

¡Los jóvenes incidimos y estamos en el plan!

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