El aroma de su ser

Quizá no fueron sus ojos, fue su visión;
no fue  su belleza, fue su ternura; 
Tampoco fue su sonrisa, es su alegría,
Lo que inadvertidos pasaron mis ojos, 
pero estuvieron presentes en mi corazón.

Hay encuentros inesperados, 
y esperados y soñados encuentros; 
aromas de vida que confunden, 
Y aromas del ser que no se olvidan.

Lo que realmente importa,
No es visible para los ojos, 
visible es, para el alma y el corazón.

Hoy sus luceros encendidos advierten un camino, 
que ante los momentos fortuitos, nuestros deseos afloran, 
hoy está prosa le advierte, 
lo que el aroma de su ser genera.

Sus sueños dan sentido a nuestra vida,
Y su vida tiene sentido con nuestros sueños,
El aroma de su cuerpo no lo olvido,
Ni olvidaré el aroma de su alma

Walter Duarte H
#ProsaLibre





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